sábado, 19 de julio de 2014

Las reiteradas violaciones a la laicidad UN PELIGROSO CAMINO SIN RETORNO


Por Elbio Laxalte Terra

No deseo que haya ambigüedades. Como ciudadano uruguayo consustanciado con los ideales del Humanismo, la Tolerancia y el Librepensamiento, tengo una honda inquietud por las cada vez más reiteradas violaciones a la laicidad republicanaoriginadas en actividades de carácter religioso pero de neto signo político.
Pero, lo que me causa realmente un profundo malestar es la pasividad y casi nularespuesta a esos hechos, resultantes tanto de las Instituciones del Estado como desde el sistema político, e incluso, desde las organizaciones de la sociedad civil que por su naturaleza y medio ambiente en el cual están involucradas deberían sentirse concernidas por esta problemática.
El pasado 19 de Junio de 2014, con motivo del 250º Aniversario del nacimiento denuestro Prócer José Artiga, traspasando una frontera que no se había dado en más de un siglo hasta ahora, la Jura de Fidelidad a la Bandera Nacional, que deben realizar por Ley los alumnos de 1er. Año de Educación Secundaria, fue efectuada por parte de algunos colegios católicos en el ámbito de la catedral de Montevideo, siendo quien tomó esa Promesa el propio Jefe de la iglesia católica uruguaya Arzobispo Daniel Sturla, en presencia de la Bandera del Vaticano, un Estado extranjero, y
terminando la promesa con un “dios les bendiga, amen”.
Este acto configuró una violación flagrante al principio de laicidad del Estado, pues, violentando la Ley que regula dicho acto, la promesa se realizó frente a símbolos religiosos que no son “símbolos patrios”; fue asimismo una violación a la Constitución Nacional, que señala claramente que el Estado no tiene religión; y significó una violación a la soberanía del país al ejercer un acto de esas características frente a los símbolos de un país extranjero.
Si esta sustitución del Estado protagonizado por el jefe católico uruguayo no fuera suficiente, el mismo Arzobispo Sturla, en declaraciones a la prensa, critica fuertemente y estigmatiza a otras manifestaciones religiosas, solicitando una mayor intervención del Estado en el control de las mismas, incluso proponiendo la creación de un organismo específico, pero sin incluir en ese control claro está, a su propia corriente religiosa, la iglesia católica, imponiéndola, por la vía de los hechos, como la religión oficial y hegemónica del Uruguay, en detrimento de otras corrientes religiosas consideradas minoritarias u “oportunistas” por el catolicismo.
Esta acometida de la iglesia católica uruguaya, que intenta ocupar espacio político, social y religioso, legitimado en la ofensiva evangelizadora de la era Francisco, no hace otra cosa que explotar las debilidades del sistema político, el cual, en plena campaña electoral, pareciera más preocupado de cuidar los votos que sostener posiciones de principios en defensa de aquellos valores que han construido nuestra República, como el de la libertad de cultos, por un lado, y la más estricta laicidad por el otro.
La Iglesia, a través de sus mandaderos, no ha faltado de tratarnos de “intolerantes”.
Pero nuestro procedimiento no es otro que defender y traer al tapete la vigencia de la laicidad de una manera clara y contundente, porque la misma es un activo de nuestra sociedad y de nuestro sistema republicano de gobierno; recordando además que en nuestro país existe la libertad de cultos, que significa que ninguna religión o espiritualidad tiene preeminencia por encima de otras y que el Uruguay como nación no tiene religión oficial alguna.
La laicidad rechaza los aspectos políticos de las religiones, y la ocupación por las mismas del espacio público que por definición es de todos los ciudadanos y ciudadanas en tanto tales, y no por sus creencias u opiniones; pero les deja a ellas todas sus libertades en la vida social bajo el régimen del derechos común. La laicidad es lo que ha garantizado en nuestra República una convivencia ejemplar entre religiones, nacionalidades e idiosincracias, las cuales siendo del resorte de la vida privada de los ciudadanos, deja el espacio público – y en nuestro país el rol de la escuela pública gratuita, obligatoria y laica es ejemplar al respecto - como un lugar de integración social, democrático, pluralista, respetuoso de la diversidad, donde lo único
que se pone de relieve es la condición de ciudadano, un hombre o una mujer libre sobre el cual se asienta la soberanía política de la República.
El hecho de que cualquier religión o espiritualidad, grande o pequeña, se encuentre amparado por el derecho común, brinda las garantías necesarias de que su funcionamiento se realiza dentro de las leyes de la República, y por este hecho, nos guste o no sus prácticas, tienen el derecho a no ser cuestionadas en su legítima existencia. La iglesia católica debería saber que terminó hace tiempo la época donde ella se arrogaba el derecho de declarar herejes a prácticas religiosas que cuestionaba, y por ese hecho, se les perseguía, masacraba y asesinaba en la hoguera. La práctica de la laicidad también defiende a las manifestaciones espirituales, sean minoritarias o no, como legítimas y al amparo de la ley, protegidas de cualquier despotismo de una religión, ideología o gobierno, que se considere dominante.
Hoy, cada vez más la laicidad, ese principio básico de la política y de la convivencia social, y código de vida colectiva, se encuentra cuestionado por diversos movimientos y grupos religiosos, que la rechazan estigmatizándola como una “dictadura de losateos”, como un “jacobinismo arcaico” o como un resabio absurdo de la secularización de nuestro país. Incluso se pone en cuestión la naturaleza jurídica de nuestra República, como subsidiaria de un “derecho religioso” considerado primordial y anterior a todo derecho. Y en esa crítica, muchas veces también se ve a los fundamentalistas de diversos signos religiosos manifestarse en un mismo sentido, por ejemplo, criticando – a veces de manera exacerbada - los avances en los nuevos derechos sociales adquiridos, en materia de igualdad de género, inclusión de las
diversas opciones sexuales, matrimonio igualitario e interrupción voluntaria del embarazo y el derecho de la mujer sobre su propio cuerpo. Todas conquistas que nuestra sociedad ha logrado al amparo justamente de su condición laica.
Nosotros no negamos la existencia de la diversidad en nuestra sociedad. Diversidad de origen étnico, religiosa, cultural, etc. Y menos aun rechazamos el derecho de los ciudadanos de sentirse perteneciendo a una comunidad identitaria, sea por creencias, por tradición, por costumbres. Pero a condición de que la persona no confunda los hábitos, creencias o particularidades de las mismas, queriéndolas imponer al resto como una verdad u opción de vida a seguir obligatoriamente. La laicidad justamente es lo que protege a la comunidad de que todos pueden sentirse reconocidos y amparados en sus costumbres y creencias, respetados y libres, con la condición de no imponerlas a quienes tienen otras prácticas o simplemente a quienes no desean abrazar ninguna o no les interesa.
Incluso, la propia laicidad no es un dogma, y quien lo desee puede perfectamente estar en contra de la misma y manifestar sus opiniones antilaicas. Pero, a lo que nadie tiene derecho es a situarse por encima de las leyes de la República,transgrediéndolas, y en particular aquella que desde la Constitución de 1917 separa la religión del Estado, declarando que este no tiene religión alguna y que por lo tanto la religión es un asunto privado de los ciudadanos, protegidos por la libertad de cultos estipulada en la misma Constitución Nacional.
Para asegurar a todos y cada uno sus libertades básicas y asegurar la coexistencia de la diversidad, un país democrático republicano debe ser sólido en sus principios jurídicos de manera que permita la integración de todos en tanto que ciudadanos sin fragmentar la sociedad en corporatismos del tipo que sea, que devengan en poderes fácticos por encima de la ley común a todos. La laicidad es la garantía que permite esa coexistencia en la pluralidad y la integración social al no tener el menor distingo entre sus diversos integrantes. Por ello, tanto el Estado como las instituciones políticas deben ser – además de garantes de la laicidad - permanentes pedagogos
en la forja de una conciencia social de tolerancia y respeto mutuo. Sobre todo el Estado no debe ser prescindente, sino un agente aglutinador imprescindible. Pero,más allá del Estado, todos – ciudadanos y dirigentes políticos y sociales – cualquiera sea su sensibilidad ideológica o religiosa, somos responsables. Sin embargo vemos con consternación, que no hay reacciones lo suficientemente fuertes ni de unos ni de otros que pongan un freno a la ofensiva contra las instituciones laicas y a la violaciones cada vez más frecuentes de la laicidad institucional y a la pérdida de nuestros valores laicos garantes de nuestra convivencia social.
En reacción a lo que consideramos una de las peores violaciones a la laicidad de los últimos tiempos, que supuso traspasar una frontera de respeto existente desde hacía más de 100 años, como fue la Jura de Fidelidad a la Bandera Nacional realizada en la catedral de Montevideo por el Arzobispo Daniel Sturla y frente a la bandera de un Estado extranjero, la “Asociación Civil 20 de Setiembre”, que integramos, envió sucesivas cartas de protesta y búsqueda de explicación a diversas autoridades nacionales y entidades de la sociedad civil, a saber: Ministro de Educación y Cultura, Ministro de Relaciones Exteriores, Autoridades del CODICEN, Autoridades del
Consejo de Educación Secundaria, Comisiones de Educación y de Asuntos
Internacionales de ambas Cámaras legislativas, al sindicato de profesores de
secundaria FENAPES, al PIT-CNT y a ADEMU. Salvo la Comisión de Educación y  Cultura de la Cámara de Representantes, que acusó recibo, del resto se obtuvo como respuesta el más absoluto silencio, marcando una constatación inevitable que es el más completo abandono de los valores canalizados por la laicidad justamente por parte de aquellos que deben cuidarlos y preservar su vigencia. De esta manera nuestras autoridades políticas y estatales están marchando por un peligroso camino sin retorno del cual, a la corta o a la larga, estaremos, como sociedad, pagando las
consecuencias.

Lic. Elbio Laxalte Terra
Miembro de la Asociación Civil 20 de Setiembre (www.20desetiembre.org)
Portavoz de la Asociación Internacional de Libres Pensadores – AILP

(http://www.internationalfreethought.org)

A los Señores Candidatos de los Partidos Políticos a la Presidencia de la República



'La Sociedad uruguaya vive hoy una encrucijada en la que se hace imprescindible  recuperar los valores republicanos de convivencia pacífica y tolerancia, en un marco de respeto pleno del Estado de derecho, de vigencia real del derecho a la Libertad, a la Vida, al Honor, al Trabajo y a la Propiedad, base fundamental de la República.
A ello se suma el deterioro de la Educación Pública, que debe recuperar sus tradicionales estándares de calidad, no sólo a través de una mejora de las partidas presupuestarias, sino especialmente a través de una mayor profesionalización del cuerpo docente y la integración de los Centros Educativos a la familia - base de nuestra sociedad - especialmente en los niveles de Educación Primaria y Secundaria y UTU.

Es muy preocupante la creciente intervención y protagonismo de las corporaciones religiosas y de sus personeros, incluso en actos estatales y/o en Instituciones del Estado uruguayo que es Laico, o sea que no participa de ninguna religión ni toma partido promoviendo ninguna en particular.

Es preciso recuperar los tradicionales valores democrático-republicanos de austeridad y vocación de servicio que deben regir todos los actos de los funcionarios del Estado, especialmente de aquellos que ocupan cargos de Gobierno y de los que fueron electos representantes de la ciudadanía.


Para ello solicitamos a los señores candidatos a la Presidencia de la República para el próximo período de Gobierno:

1.    Que se respete sin cortapisas el ordenamiento jurídico pleno del Estado de derecho: la Constitución y las Leyes en la República democrática deben primar sobre lo político.
2.    Que se fortalezca a la Educación Pública de todos los niveles (Primaria, Secundaria, Técnico Profesional y Universitaria) haciendo una verdadera política de Estado que ponga el acento en los tradicionales valores democráticos - republicanos de libertad, tolerancia, laicidad.
3.    Que se integre a la currícula de Primaria, Secundaria y Educación Técnico Profesional, la asignatura ''Educación para la Ciudadanía''.
4.    Que no se incluya en las distintas plataformas programáticas hacia las elecciones nacionales, puntos tendientes a brindar apoyo económico y financiero del Estado a la educación privada, especialmente confesional, por entenderlo violatorio del Principio de Laicidad. La AULP advierte a la ciudadanía en general, y a los militantes y adherentes de los partidos políticos, depositarios de la soberanía, acerca de la gravedad de estas propuestas violatorias de la laicidad y de la libertad de conciencia de los educandos, en particular, de los sectores más vulnerables de la sociedad, llamándolos a asumir el compromiso de defender a la laicidad y al Estado Laico, expresiones genuinas de tolerancia y solidaridad.
5.    Defensa del Estado Laico. Ante la propuesta del vocero de la Iglesia Católica, el arzobispo de Montevideo Daniel Sturla, de crear una oficina o ‘’Tribunal’’ de ‘’control’’ de ‘’asuntos religiosos’’ en la órbita estatal, la AULP declara su enfático rechazo y se pronuncia por la defensa del Estado Laico y todos sus principios, garantes de la libre expresión de todas las ideas en igualdad de condiciones, sin preferencias de ninguna naturaleza. El Estado Laico le permite a todas las personas la libre manifestación de sus ideas y a todos los credos y corrientes de pensamiento la convivencia en un clima de tolerancia, sin que una en particular, ejerza ‘’dominación’’ sobre las demás. Cuando ello sucede, se comenten arbitrariedades, abuso de poder y violación de los derechos de las personas. Por ello la AULP llama a los ciudadanos a recuperar la antorcha de la Libertad, a cultivar la virtud cívica y a asumir el compromiso de defender nuestra Laicidad y el Estado Laico, la mejor síntesis de la democracia republicana.
6.    Que se derogue la norma vigente que consagra la Libertad de Conciencia de las personas jurídicas.
7.    Que se revisen y rechacen por violatorias de la Laicidad y de la Libertad de Conciencia, la injerencia de las corporaciones de cualquier signo que realizan de hecho adoctrinamiento en centros de enseñanza públicos, hospitales públicos y demás espacios públicos y se exija a los funcionarios públicos el estricto cumplimiento de las normas que las consagran en sus respectivos ámbitos de competencia.
8.    Que se cree la Cátedra Laicidad de la Universidad de la República, con el fin de estudiar, formar y divulgar ese principio republicano garante de la vigencia de la Libertad de Cultos y de la Libertad de Conciencia de la ciudadanía.


Es con esa plataforma, que convocamos a todos los hombres y mujeres librepensadores uruguayos, a acompañarnos en ell III Congreso que realizaremos el sábado 13 de Septiembre de 2014’’.
                                   

                                              


                                                                         16 de Julio de 2014
                            Consejo Nacional de la Asociación Uruguaya de Librepensadores

                                                              librepensamientouruguay@gmail.com

lunes, 7 de julio de 2014

4º CONGRESO MUNDIAL DEL LIBREPENSAMIENTO - Londres, 11 de Agosto de 2014 ASOCIACION INTERNACIONAL DEL LIBRE PENSAMIENTO - AILP 4º Congreso Mundial - Londres 11 de agosto 2014

En el Conway Hall de Londres, los librepensadores del mundo entero se reunirán nuevamente para debatir sobre temas de su interés y preocupación. 

Después del Congreso de fundación, en Oslo (Noruega) y de los Congresos de Mar del Plata (Argentina) y Concepción (Chile) es el turno ahora de reunirse nuevamente en el viejo continente. Entre los temas a tratar está centralmente la preocupación por la efectiva Separación de las Iglesias y el Estado, la lucha por justicia para las víctimas de las religiones, y contra el financiamiento público de las Iglesias.

EL PROGRAMA DEL CONGRESO:

09:30: bajo la presidencia de Antonio Vergara (Chile), de Fernando Lozada (Argentina) y de David Silverman (USA), voceros de la AILP con la participación de David Gozlan (Francia), harán uso de la palabra:
§  Keith Porteous Wood, Director ejecutivo de la Nacional Secular Sociedad (NSS), de Gran Bretaña y vocero de la AILP, hará una ponencia sobre la lucha contra los crímenes de las Iglesias, con vistas a que se haga justicia para con sus víctimas.
§   
§  Nina Sankari (Polonia), María Montello (Italia), Francisco Delgado (España) así como Fernando Lozada (Argentina), vocero AILP, que intervendrán sobre la situación en sus respectivos países.
§   
§  Christian Eyschen (France), vocero AILP sacará conclusiones y propondrá una declaración solemne de la AILP.
12:00-14:00: Reunión del Consejo Internacional de la AILP

14:00: Encuentro Internacional por la Separación de las Iglesias y los Estados

Tomarán la palabra, bajo la presidencia conjunta de Jean-Sébastien Pierre (Francia), Keith Porteous Wood (Gran Bretaña), Christian Eyschen (Francia) y David Rand (Canada), voceros de la AILP:
§  David Gozlan (Francia)
§  Albert Riba (España), vocero AILP
§  Elbio Laxalte (Uruguay), vocero AILP
§  Babu Gogineni (India)
§  Teresa Amorim (Portugal)
§  Terence Ndikumasabo (Burundi)
§  Leo Igwe (Nigeria)
§  Georges Saad (Liban)
§  David Silverman (USA), vocero AILP
§  Un librepensador de Bélgica
§  Christian Eyschen (Francia), vocero AILP, quién presentará las conclusiones de los trabajos del Consejo Internacional de la AILP.
Este evento del Librepensamiento mundial está abierto a todos los librepensadores que deseen participar. 



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jueves, 3 de julio de 2014

PROMESA Y JURA BANDERA NACIONAL EN ACTO VIOLATORIO DE LA LEY y LA LAICIDAD DEL ESTADO


DECLARACIÓN PÚBLICA


A la ciudadanía:

Resulta llamativo que el pasado 19 de Junio del corriente año, la Iglesia Católica Apostólica y Romana realizara en su iglesia catedral de la ciudad de Montevideo, el acto de la Promesa y Jura de la Bandera Nacional a grupos de alumnos de distintos colegios católicos, contraviniendo el artículo 28 de la Ley 9.943 que establece explícitamente que ese acto debe realizarse en ‘’idénticas condiciones’’ a las de una institución educativa pública. Es asimismo llamativo y preocupante, que ese acto se realizara en presencia del jefe de la Iglesia Católica Apostólica y Romana en la ciudad de Montevideo, Daniel Sturla y de la bandera de otro Estado – el Estado Vaticano – con el que si bien nuestro país tiene relaciones diplomáticas, se trata de una potencia extranjera, pudiendo constituir ello un acto de violación a nuestra soberanía. La ley es clara al respecto que en ese acto: por su significación los únicos símbolos presentes pueden ser los de nuestra patria. Es alarmante también, que en el mismo acto hubiera por parte del representante de este credo permanente mención a la deidad, así como la alteración de la fórmula de juramento, agregándose por parte de un particular, la siguiente consigna: “¡Qué Dios los bendiga! Amén”

Nuestra Asociación cree que en el acto mencionado, se ha violado la Ley y la Laicidad, nota característica esencial del Estado uruguayo, el cual no participa ni promueve religión alguna y nos preguntamos si el mismo contó con autorización oficial para su realización, así como si el jefe católico Daniel Sturla fue investido de representación oficial de nuestra Nación para presidir un acto, que por su naturaleza, la misma Ley establece quién puede ser mandatado para hacerlo.

En nuestro país está vigente el precepto constitucional de separación del Estado y de las iglesias, así como la Libertad de Cultos que consagra y protege la misma Laicidad del Estado. Constituye, en nuestra opinión, una violación de la Constitución que se transforme en un acto de proselitismo religioso la instancia solemne y pública, sustituyéndose de hecho al Estado por una corporación religiosa, preocupada por la reivindicación de la eventual identidad católica del prócer “ciudadano José Artigas”, cuya figura trasciende partidismos religiosos, políticos e ideológicos de cualquier tipo, para ser parte de nuestras mejores tradiciones republicanas.

Solicitamos al Sr. Presidente de la República José Mujica y al Sr. Ministro de Educación y Cultura Dr. Ricardo Erlich, que se expidan sobre este acto, informando sobre la legalidad o no del mismo, que por su carácter violatorio además de las tradiciones republicanas y laicas del Uruguay, constituye un lamentable precedente que alienta a quienes pretenden colocarse por arriba de la Constitución y las Leyes del Estado uruguayo.

3 de Julio de 2014
Por la Asociación Uruguaya de Librepensadores


Mag. (c) Víctor Rodríguez Otheguy                           Lic. Raúl Bula Cabral


Diego Casera

miércoles, 2 de julio de 2014

¿PUEDE Y DEBE EL ESTADO URUGUAYO RENUNCIAR AL MONOPOLIO DEL I.N.A.U.?

En un reportaje recientemente aparecido en el Diario El País de Montevideo (http://www.elpais.com.uy/informacion/monopolio-inau-peca-soberbia.html), el cura salesiano Mateo Méndez dice que el Estado ''peca de soberbia'' al mantener su monopolio sobre el  I.N.A.U. (Institución del Estado encargada de brindar asistencia y protección a los menores) que según él es una de las fuentes de los males que le aquejan.  Es curioso cómo un miembro del clero católico que en la anterior Administración de Gobierno ocupó un puesto gerencial en el I.N.A.U. por designación del Poder Ejecutivo, pretende aprovechar que el árbol está caído para hacer leña y arrimar agua a su molino, con la intención de ganar adeptos para su religión entre chicos y chicas vulnerables  Creemos que el Estado no puede ni debe renunciar a funciones que le son indelegables. Flaco favor le hacen los malos funcionarios públicos, a los poderes fácticos de las corporaciones religiosas, económicas y otras que machaconamente insisten en arremeter contra el Estado Laico, garantía de la Libertad de Conciencia para todos los ciudadanos cualquiera sea su creencia.

lunes, 9 de septiembre de 2013

20 de Septiembre - DÍA DEL LIBREPENSAMIENTO




20 de Septiembre:

Día del Libre-Pensamiento


Los Libre-pensadores del mundo conmemoramos el 20 de Septiembre de cada año, el “Día del Libre-Pensamiento”, que significa poner de relieve y renovar el compromiso con la lucha por la Libertad de Conciencia, por el predominio de la Razón, y contra todo oscurantismo.

Conmemoramos, el próximo 20 de Setiembre de 2013, el 143° Aniversario del ingreso triunfal a Roma de las fuerzas patrióticas garibaldinas que buscaban la Unidad Italiana, y que para eso debían derrotar a las fuerzas del Vaticano aliadas al Imperio francés de Napoleón III. Significó la derrota del poder temporal del Papa, y de los regímenes absolutistas de derecho divino (del cual solo queda hoy en Europa el Vaticano), y debido a ello, simbólicamente, este hecho es visto como un mojón en la Historia Universal que marca el triunfo de la Razón y de la Libertad de Conciencia sobre los Dogmas; el afianzamiento de los ideales democráticos y republicanos, la necesaria separación de la iglesia y del Estado y la construcción de un Estado laico.

Por ello, el 20 de Setiembre se considera el Día de la Unidad Italiana; pero, para los librepensadores y humanistas del universo, también es símbolo de libertad, y se lo conoce como el Día de la Libertad de Pensamiento. Nuestro país le dio fuerza legal por ley del año 2004.

Hoy, la situación en muchos aspectos puede ser diferente a la del siglo XIX. En este Siglo XXI los desafíos pueden ser otros. Pero el combate librepensador es el mismo. Las fuerzas democráticas, republicanas y secularizantes tienen el desafío de resistir y acumular fuerzas frente a los oscurantismos de todo tipo que nos quieren imponer los dogmas y fundamentalismos que anestesian y amenazan la Libertad de Conciencia de los individuos.

Esta es la primera de las Libertades. Cuándo se pretende desplazar a los ciudadanos y ciudadanas del espacio público, reduciéndolos a meros consumidores, y cuando el espacio público pretende ser ocupado o hegemonizado con símbolos religiosos y/o filosóficos particularistas, se está quebrando el Principio de Igualdad consagrado en la Constitución de la República.

Las religiones son asuntos de la conciencia privada de los individuos, totalmente respetables en un país democrático y pluralista. Pero, en un Estado Laico cómo el nuestro, deben quedar reservados al ámbito privado y a sus Templos, los cuales ya son privilegiados, dado que se les exonera de impuestos, a diferencia de los ciudadanos que deben pagarlos puntillosamente.

El Estado laico no debe profesar ni patrocinar ninguna creencia religiosa, filosófica, etc. porque de lo contrario privilegiaría alguna o algunas de ellas sobre otras, ni tampoco debe financiar sus obras, que son asimismo de carácter privado como cualquier tipo de asociación cultural u otras donde los ciudadanos se congreguen para compartir objetivos comunes. Y mucho menos aun destacar ciudadanos por sus creencias religiosas, como se hizo últimamente, para representarnos frente a autoridades de su religión. Esto nos dice de un Estado subordinado y no de un Estado Soberano.

Es extraordinariamente injusto para los ciudadanos que el Estado exonere del pago de impuestos a empresas que ayudan a entidades religiosas, constituyéndose esto en un financiamiento indirecto del estado a las mismas a través de la renuncia a percibir impuestos, que son dinero de todos los contribuyentes. Esto sucede por ejemplo con las Universidades confesionales, y el elitista liceo católico Jubilar, donde por decreto del Poder Ejecutivo (que no tuvo al momento de su implantación ninguna difusión pública) las empresas pueden descontar de sus impuestos el 75% del dinero que invierten en el mismo como ayuda.

Por eso rechazamos de plano cualquier intromisión en los asuntos del Estado Republicano de las corporaciones religiosas, etc, así cómo cualquier franquicia que los Gobernantes de turno faciliten a quienes actúen con esa pretensión, sea dándoles cargos en puestos de Gobierno, promoviendo o participando en condición de tales en actos religiosos, o facilitando por vía subrepticia subvenciones que violan la laicidad del estado, ya que este debe respetar, promover y defender la Libertad de Conciencia de todos los ciudadanos sin excepción ninguna, pues en la República todos son iguales ante la ley.

Vaya en esta fecha tan especial, nuestro sentido homenaje a los mártires y combatientes del Iibre-pensamiento cómo Giordano Bruno, José Garibaldi, José Artigas, Paulina Luisi, María Abella, Belén de Sárraga, entre tantos y tantas otros y nuestra solidaridad para con todos los hombres y mujeres que hoy son perseguidos por ser librepensadores a escala planetaria.

Hacemos un llamado fraternal y respetuoso a todos los ciudadanos y ciudadanas de la República a luchar y vencer a la apatía y resignación que se nos quiere imponer, y a participar activamente y tomar iniciativas desde la sociedad civil y desde el lugar que cada uno elija libremente, para fortalecer las instituciones y los Ideales democráticos, republicanos y laicos.

Septiembre de 2013



Consejo Nacional de la Asociación Uruguaya de Librepensadores